Banco Santander propone una filosofía transformadora para construir un futuro sostenible
La iniciativa #TheRightChange engloba todos los aspectos clave para mitigar los efectos del cambio climático e impulsar la transición hacia una economía verde
Banco Santander trabaja todos los días para construir un negocio más responsable con las personas y el medio ambiente, impulsando iniciativas que permitan avanzar y acompañar a los clientes hacia un futuro donde la sostenibilidad no sea un objetivo sino una realidad.
“Si no lo evitamos, las consecuencias para nuestro planeta serán enormes. Estamos, por tanto, ante una emergencia global. La buena noticia es que no es demasiado tarde para actuar, pero tenemos que hacerlo ya y rápido. La clave estará en lo que seamos capaces de avanzar durante la próxima década”, asegura Ana Botín, presidenta del grupo financiero.
Nuevas propuestas
Esta filosofía se engloba bajo el lema #The RightChange (el cambio correcto), un paraguas que agrupa aspectos clave como cambio climático, economía verde, huella de carbono y su compensación, economía lineal y circular, Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), finanzas, bonos y préstamos verdes…
Todos ellos conceptos medioambientales que el Santander lleva tiempo implementando con el objetivo de contribuir a lograr un futuro más verde y sostenible. Son propuestas reales para lograr las cero emisiones de CO2 en 2050.
Una amenaza muy seria
La reducción de las emisiones de carbono es crucial. El mundo va camino de terminar este siglo con un aumento de temperatura de 3ºC, muy por encima del límite de 1,5ºC fijado en los Acuerdos de París de 2015. “Tenemos que reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero un 45% antes de 2030 (estimaciones IPCC ONU) y alcanzar lo que se llama Net Zero o neutralidad de carbono en 2050: un equilibrio en el que las emisiones de carbono que se producen son iguales a las que se eliminan de la atmósfera”, explica Botín.
El cambio climático es uno de los desafíos más importantes a los que se enfrenta la sociedad en la actualidad; una amenaza que, de no destinar esfuerzos para frenarla, pone en riesgo nuestro futuro. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el cambio climático será la causa de 250.000 fallecimientos más entre 2030 y 2050 si no ponemos remedio, ya que muchas enfermedades están relacionadas con la temperatura y las lluvias, como, por ejemplo, el estrés calórico o la desnutrición. Y sus consecuencias serán cada vez más irreversibles: temperaturas más elevadas, sequías, deshielo de los polos, deforestación, pérdida de especies animales, escasez de recursos naturales…
Un papel activo
Banco Santander desarrolla numerosos proyectos para contribuir a combatir el cambio climático. Entre ellos, la repoblación y regeneración de los bosques, que tienen un papel fundamental en la sostenibilidad del planeta: se calcula que absorben aproximadamente 2.600 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año.
La entidad se ha sumado al proyecto Motor Verde, una iniciativa de la Fundación Repsol y el Grupo Sylvestris y financiará la creación de tres bosques que cubrirán una extensión de más de 300 hectáreas y contribuirá con 275.000 árboles nuevos. El primero de ellos comenzará a plantarse en otoño en Extremadura, primera comunidad autónoma en unirse a Motor Verde, y a la que ha seguido el Principado de Asturias.
La inversión del banco en este proyecto asciende a 1,5 millones de euros y se desarrollará en un periodo de tres años. Con esta aportación, compensará la emisión de 82.000 toneladas de CO2, cooperará con el cuidado de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático, y respaldará el desarrollo rural y la generación de empleo, todo ello en el marco de su estrategia de banca responsable y políticas de gestión ambiental.
Plan Natura
La entidad puso en marcha hace tiempo el Plan Natura, una iniciativa para contribuir a la conservación de los ecosistemas en España. La primera actividad programada para este año ha sido la participación de empleados voluntarios de la entidad en la limpieza y recogida de plásticos en la playa de Can Pere Antoni de Palma de Mallorca.
Estas iniciativas se extienden a todos los países en los que opera el Santander. En Brasil firmó un acuerdo en 2020 con Bradesco e Itaú Unibanco para el desarrollo sostenible del Amazonas; en Chile participa en proyectos de restauración de áreas degradadas e implementa corredores biológicos para la fauna nativa; en Polonia está contribuyendo a la conservación de uno de los ecosistemas protegidos del país en la Baja Silesia; y en Reino Unido se convirtió el pasado año en miembro fundador del proyecto Net Zero with Nature organizado por la autoridad británica de Parques Nacionales para atraer financiación que apoye la restauración y conservación de pantanos y bosques.
Hacia una economía más verde
Además, el grupo cántabro mide desde 2011 su huella ambiental teniendo en cuenta el consumo energético y de materias primas, los residuos de papel y cartón que se generan y las emisiones derivadas de dichos consumos y de los desplazamientos y, desde 2020, sus operaciones internas son neutras en carbono. El año pasado anunció una completa hoja de ruta para alcanzar cero emisiones netas en 2050 y apoyar los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático. Este reto incluye, además de la propia actividad del banco, todas las emisiones de sus clientes derivadas de cualquiera de los servicios de financiación, asesoramiento o inversión que ofrece.
Junto a su compromiso para reducir y compensar su propio impacto, Santander ha puesto el foco en acompañar a sus clientes en la transición a una economía más verde ofreciendo soluciones y productos específicos en las diferentes geografías en las que está presente. Su objetivo es movilizar 120.000 millones de euros en financiación verde entre 2019 y 2025, cifra que se elevará hasta 220.000 millones en 2030 para combatir el cambio climático. Hasta ahora ha facilitado 69.000 millones.
Futuros proyectos
La división de banca de inversión de Santander (Santander Corporate & Investment Banking) es líder en financiación de energía renovable. El pasado mes de abril llegó a un acuerdo para adquirir el 80% de la brasileña WayCarbon Soluções Ambientais e Projetos de Carbono, consultora líder en soluciones integradas en materia medioambiental y de gobierno corporativo.
Un mes antes, creó Santander Green Investment, una nueva plataforma para adquirir e invertir en proyectos de energías renovables que se encuentran en fase de desarrollo y construcción. Bajo esta iniciativa, ya ha comprado de diferentes promotores participaciones en nueve proyectos de tecnología solar fotovoltaica y eólica en España que suman una potencia total de aproximadamente 500 Mw.
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Mitigar procesos industriales contaminantes a través de microorganismos
Una startup onubense propone hacer uso de la economía circular y aprovechar desechos como alternativa a los químicos
ograr mitigar el impacto medioambiental impulsando la economía circular e incluso descontaminar usando como materia prima productos de desecho es posible. Precisamente esto es lo que hace la empresa onubense finalista de Alhambra Venture 2022, Embiofer. El proyecto consiste en constituir una empresa que sirva para el desarrollo de los conocimientos de cualquier proceso que se lleve a cabo mediante la acción de un sistema biológico.
Principalmente, se refiere a sistemas microbianos por procesos fermentativos para la obtención de productos de interés industrial, como fármacos, cosméticos o alimentos. Además, no solo se podrían obtener productos, sino también servicios como tratamientos de aguas, biorremediación o diagnóstico de enfermedades con implicación de bacterias, hongos, microalgas, plantas y células animales o vegetales.
De igual modo, busca dar soporte a la implantación y puesta a punto de esos conocimientos en las instalaciones de los clientes, desarrollando incluso su I+D+i. Todo ello para garantizar la sostenibilidad, la economía circular y el uso eficiente de la energía renovable.
De esta forma se reduce el impacto medio ambiental usando procesos fermentativos adecuados como materia prima productos de desecho. La Startup confía en que se pueden desarrollar nuevas tecnologías para producir bioetanol, biodiesel, biogas, hidrógeno verde o bioplásticos. Además, son capaces de desarrollar sistemas que produzcan moléculas que puedan degradar o descomponer plásticos, descontaminar zonas con altas concentraciones de metales pesados, agentes de biocontrol o biofertilizantes.
Todo ello, claro está, mediante unos procesos sostenibles, con energías renovables y partiendo de material de desecho. Todavía están empezando, pero en poco menos de un año han diseñado su laboratorio de análisis y cuentan con biorreactores a escala de laboratorio y pilotos. Actualmente, están realizando tanto sus propios proyectos encaminados al cambio de fertilizantes y plaguicidas químicos por agentes de biocontrol y biofertilizantes, así como otros proyectos de I+D para clientes.
Esta joven startup de Huelva nace tras varias conversaciones entre dos doctores en Biología, con la especialidad en Genética, Biología molecular y Biotecnología microbiana; Jesús Fierro-Risco y Alejandro López-García. Ambos se veían capaces de resolver de forma conjunta varios problemas ambientales utilizando diferentes sistemas biológicos. En ese momento, estaban trabajando en sectores diferentes, pero con un nexo común, los procesos fermentativos.
Viendo el potencial, decidieron unir conocimientos para formar su propia empresa basada en el uso de microorganismos como alternativa a procesos industrializados basados en químicos. Por todo ello, creen que su éxito recae sobre la amplia experiencia en el manejo de microorganismos de interés industrial, con la capacidad de abarcar muchos sectores diversos.
Esto hace que Embiofer sea competitiva y ofrezca soluciones eficaces y reales a problemas que presentan los clientes. igualmente, destaca la mentalidad de querer cambiar hacia un mundo más sostenible, de una manera honesta y utilizando la forma que más beneficie a combatir el cambio climático.
Esa capacidad de mejorar todos los procesos fermentativos ya existentes es lo que les diferencia de la competencia. «Gracias a nuestros conocimientos adquiridos durante años de investigación somos capaces de optimizar los procesos fermentativos, ya sea optimizando la ingeniería del proceso, las condiciones y medios de cultivo y mejorando las cepas de los microorganismos implicados en estos procesos», explican. «Podemos mejorar sus capacidades fisiológicas haciendo los procesos más rentables, obteniendo más producto final con el mismo coste o incluso con un coste menor», añaden.
Esta startup resulta atractiva para cualquier tipo de empresa que desee fomentar un cambio hacia la sostenibilidad mediante la aplicación de sistemas biológicos en sus procesos. Por ejemplo, compañías farmacéuticas, nutracéuticas, refinerías, empresas de energías renovables, fabricantes de fertilizantes o industrias agroalimentarias.
De esta forma, esperan poder fabricar sus propios productos como fruto de las investigaciones. Para ello, cuentan con un plan de escalado industrial de aquí a 5 años, en los cuales dotarán a la empresa de biorreactores más productivos y eficientes, siguiendo la política de sostenibilidad economía circular.
Ello pasa por darse a conocer en esta edición de Alhambra Venture 2022. «Es importante que tanto inversores como instituciones públicas y privadas pongan el punto de mira en los avances que empresas como la nuestra pueden llegar a realizar hacia un mundo más sostenible», recuerdan.
«Vamos a intentar que quede claro que se pueden hacer las cosas de otras formas, aprovechando todo el potencial que los microorganismos o sistemas biológicos nos pueden dar, para que procesos que hasta ahora son contaminantes o tóxicos se cambien por métodos más naturales, con un mejor aprovechamiento de los recursos e incluso con más rendimientos», aseguran.
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